“Los viejos lo creen todo, los
adultos todo lo sospechan,
mientras que los jóvenes todo lo saben”. Oscar Wilde
mientras que los jóvenes todo lo saben”. Oscar Wilde
Los
universitarios -sin excepción- deben “aprender a leer” la realidad en forma
sistémica para enfocar la promoción del aprendizaje hacia el bien de la
comunidad y enmarcarlo en las etapas del proceso integral de Políticas Públicas
(creación, puesta en agenda, formulación, implementación, evaluación, análisis,
reestructuración y terminación), pues sólo así podrán diseñar Políticas
Públicas que realmente mejoren su entorno social. Consecuentemente, la
responsabilidad social universitaria exige articular TODAS las partes de la
Institución de Educación Superior con la realidad, mediante proyectos
específicos de Políticas Públicas que ayuden a la promoción social pero
enmarcada en principios éticos, que promuevan el desarrollo social pero equitativo
y sostenible, como medios de producción y transmisión de saberes y alternativas
idóneas para formar profesionales responsables. Así, la Universidad debe reflexionar acerca de sus impactos sociales
negativos, para que esas deficiencias y errores en la sociedad sean punto de
partida para la mejora continua y aprendizajes permanentes, pero de doble vía.
La meta, entonces, es transformar la Universidad en una
pequeña comunidad ejemplar de democracia, equidad, supresión de segregaciones y
corrección de privilegios, con transparencia política y económica y hacer de
ella un modelo de desarrollo sostenible. Sólo así, los alumnos pueden tener un papel central como actores clave
y relevantes en la responsabilidad social de su Alma Mater, al
superar el enfoque de proyección social y extensión universitaria como
apéndices de su función central de formación y producción de conocimientos,
para asumir la verdadera exigencia de la responsabilidad social universitaria.
Por eso es importante capacitar a los alumnos
en “enfoques integrales de política pública” y en “Politing” con el objetivo de promover el aprendizaje basado en
proyectos de carácter social. Es
decir, dejar de concebir al aula de clase como un recinto intramuros y
visualizarlo como un espacio abierto hacia la comunidad, como fuente de
enseñanza significativa y práctica aplicada a la solución de problemas serios, reales
y actuales. Sólo así los estudiantes
(al igual que sus profesores y directivos) tienen la oportunidad de ser
socialmente útiles y de formarse como ciudadanos informados, responsables y
activos: actores reales de su propio desarrollo.
Además,
esta es la única forma efectiva de sacar el conocimiento de los fríos muros de
la academia y depositarlo en las promisorias manos juveniles artífices del
porvenir. Así, mediante talleres de aprendizaje intra-facultades se logra una mayor
articulación entre las disciplinas (enfoques multi/inter/transdisciplinarios) que
enfrente los problemas sociales articulando docencia, investigación y proyección
social. Por eso, también, deben conocer y diferenciar los tres (3) campos de la
política que los anglosajones muy bien distinguen (politics, policy y polity) y saber cómo y por qué con el POLITING puede trabajarlos en forma efectiva (eficiente/eficaz) para
alcanzar la deseada gobernabilidad. Sólo así, distinguirá -y nunca confundirá- la
verdad con la opinión de la mayoría, la libertad con el libertinaje, lo
espectacular con lo importante, la diversión con la felicidad, la prudencia con
la inacción o la realidad con los buenos deseos...
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