“La
mejor manera de salvar a la civilización del barbarismo,
se
encontraba en la aburrida ciencia de la administración”. Peter Drucker
Civilidad o barbarie ¿qué se quiere o debe
construir? es el reto/propuesta del “Politing” al cuestionar/replantear
los campos tradicionales del saber, concretamente las “Ciencias de la Administración” al permitir visualizar -de distinta
forma- nuevas alternativas.
El principio de dicho cuestionamiento -y a la
vez punto de partida para su comprensión- radica en la polisemia de la palabra
“POLÍTICA”, de la cual los
anglosajones cuentan con tres vocablos: politics, policy y polity,
cuyos significados se refieren a “proceso”, “resultado” y “estructura”
respectivamente, mientras que los idiomas provenientes del latín (las lenguas
romances como el francés, alemán, italiano, portugués, rumano y obviamente el
castellano) sólo cuentan con un vocablo para dicha palabra y en ella se engloba
-sin distinción alguna- “proceso”, “resultado” y “estructura”. Derivado de lo
anterior, tenemos que el aspecto procesual (que corresponde a la política como
proceso: politics), es diferente al ámbito de la política como resultado
(su dimensión material: policy) y éstos, a su vez, son
distintos del aspecto formal (que corresponde a la política como estructura: polity).
Por ello se plantea -entre otras muchas cosas- que los análisis que se conciban
desde la “Administración” acerca de
la “POLÍTICA”, tengan siempre que
considerar cada uno de estas tres dimensiones, diferentes y complementarias
entre sí, pero de trascendente y fundamental significado.
Se puede concebir la “Administración” utilizando las iniciales “P.O.D.E.R” referidas a sus funciones: Planeación, Organización, Dirección,
Evaluación y Reestructuración. Vista así, se abren (y delimitan) tres inmensos campos
de estudio/investigación/acción, que corresponden a los tres campos de la “POLÍTICA” y originan tres retos:
· Primer reto: Política como “proceso”, plantea cómo
las funciones P.O.D.E.R, se dan (deben dar) en campañas, actores, procesos,
medios y campos político-electorales.
· Segundo reto: Política como “resultado”, hace
referencia a la necesidad de estudiar las funciones P.O.D.E.R, en las etapas de toda política pública:
creación, formulación, evaluación, análisis y terminación.
· Tercer reto: Política como “estructura”, cuestiona
cómo las funciones “P.O.D.E.R”, se presentan (deben
presentarse) en instituciones, organismos, sindicatos, asociaciones, ciudades…
y demás estructuras político-electorales.
La Administración
(y quienes la practican) tienen “HOY”
el gran reto y la obligación de comprender el ejercicio de las funciones
estructuradas en las iniciales “P.O.D.E.R: Planeación, Organización,
Dirección, Evaluación y Reestructuración”,
en y para cada uno de los tres campos ya mencionados de la “POLÍTICA”. Así, la propuesta del Politing reta, cuestiona
y debate la Administración, con
miras a incidir y convertir -desde México- a todos y cada uno de los administradores latinoamericanos, en farmaceutas
y alquimistas de almas, más que simples ejecutores de lineamientos y
presupuestos. El planteamiento y desarrollo del esquema del nuevo enfoque del “proceso administrativo-político” -desde
la perspectiva de Politing- permite hacer frente a retos como el ya mencionado, con nuevas y novedosas
alternativas de entendimiento/procesamiento/actuación. ¡Tres hurras por la POLÍTICA!...bien entendida.
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