“La innovación es
lo que distingue
al Líder de sus
seguidores”. Steve Jobs
La publicidad
(en inglés: advertising) considerada
como una poderosa herramienta del Politing,
forma parte de la promoción y se utiliza para dar a conocer determinados
mensajes a electores/votantes/ciudadanos, resaltando especificidades concretas de
cada una de las tres dimensiones de la política, así: (1) en la dimensión de la Política como proceso (“politics”)
con el fin de publicitar al candidato
y/o su partido y/o sus ideas (2) en
la dimensión de la Política como resultado (“policy”) con el propósito
de publicitar tanto ideas como obras (tangibles/intangibles) que como políticas
públicas debe hacer todo gobernante y (3)
en la dimensión de la Política como estructura (“polity”) con el fin de
publicitar a la City y sus características distintivas, propias y particulares.
Es fácil concluir entonces, que NO puede ser una misma clase/tipo de publicidad
para estas tres distintas dimensiones, sino que -por sus mismas condiciones y especificidades-
deben ser tres (3) clases o tipos de
publicidad distintas, que den forma a una sola Política verdadera. Miremos algunas
peculiaridades de las tres (3) publicidades
requeridas.
En la primera dimensión (la Política
como proceso: politics), se requiere una
publicidad agresiva y fuerte, lo cual no quiere decir que sea grosera, inculta,
ni pendenciera con ese ofensivo leguaje que promueven ahora las contiendas a
muerte con el único fin y propósito de exterminar al otro, a esos opositores
que buscan algo muy similar, aunque por medios diferentes. Y es que la
publicidad no debe fomentar -menos permitir- que se remplace el lenguaje
competitivo de la contienda electoral por lenguaje belicoso y conflictivo que
dañe este proceso y enturbie el ambiente de campaña, pues de la utilización con
altura, decencia y decoro y de las formas empleadas, depende -en buena medida-
tanto la buena disposición de los contendores perdedores, como la reacción de
los ciudadanos que no votaron por nuestro candidato/partido/ o propuestas pero
que “SÍ” deben participar activamente en la segunda dimensión de la Política.
En la segunda dimensión (la Política
como resultado: policy), se requiere una publicidad
que invite al consenso, que fomente la colaboración, que convide a apoyar las
Políticas Públicas que el candidato ganador -ya en su función como gobernante-
propuso a su electorado en su programa político, pues tiene ahora que buscar -y
encontrar- los necesarios consensos, soportes y apoyos decididos en torno de ellas.
En la tercera dimensión (la Política
como estructura: polity), se requiere una publicidad que
-además de apoyar las Políticas Públicas- fomente la convivencia y
participación ciudadanas, la co-responsabilidad en el refuerzo del tejido
social, el cuidado de los bienes públicos y -en general- el interés por el
desarrollo integral de su City. Asimismo, debe invitar y motivar -a todos los
ciudadanos, sin distingo- a participar nuevamente en la primera dimensión: la política como proceso: politics.
Con una publicidad así “tripartita”, se evita que los electores le digan a sus
candidatos: “Si no me cuidas en tu
presente, no esperes verme en tu futuro, porque para entonces ya serás mi
pasado”.
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