“La experiencia
muestra que el futuro menos posible
es aquél en que nada
cambia”. Jordi Serra
La prospectiva puede
utilizarse en cualquier disciplina sobre todo, en aquellas que siempre ha
tenido que estar en la punta de lanza de los conocimientos y de las
investigaciones para promover candidatos y sus propuestas. Sin embargo, para el
Gerente de Politing, dos usos son particularmente útiles: el pensamiento prospectivo y la planeación prospectiva. En Politing,
las nuevas tendencias se inclinan hacia la pre-investigación (investigación
basada en hipótesis) que significa explorar el futuro para saber qué va a
pasar. Anteriormente, se exploraba el pasado para averiguar qué ocurriría en el
futuro y se limitaban a hacer previsiones basándose en los datos disponibles: Observaban
lo que ocurrió ayer -en diversas zonas demográficas y tendencias de los
mercados electorales- y lo extrapolaban a lo que ocurriría mañana,
suponiendo que la historia se repetiría. Esa información puede ser útil, pero
no ofrece aquella que verdaderamente necesitan los Politingcólogos (especialistas en Politing), para conocer los
votantes del futuro.
Por eso, los expertos
en Politing
tendrán que actuar con actitud científica, o sea, hacer suposiciones,
debatirlas hasta llegar a acuerdos (al menos a un arreglo) y trazar un plan basándose
en ellas. Después -realizado el proyecto- analizar los resultados y -sin
titubear- decidir si las suposiciones estaban bien o mal y cambiarlas en caso
necesario.
Esa es la importancia que tiene el “Pensamiento Sistémico”
para el gerente de Politing: que
le permitirá entender a los sistemas
complejos. Si un sistema es un conjunto de elementos -materiales o no- que
dependen recíprocamente los unos de los otros constituyendo un todo organizado
-como todo conjunto social constituye un sistema- los “estados futuros” de un
sistema son potencialmente conocidos, si se conoce bien la dinámica de tal
sistema. Para ello requiere capacidad analítica y pensamiento libre.
Cuando se tiene un
conocimiento científico macroscópico de la dinámica del sistema, es posible
conocer los estados futuros. Las estructuras de un sistema son una red de
relaciones entre sus elementos inmersa en una dinámica; lo más interesante de
un análisis es precisamente considerar esa dinámica de interacciones entre el
todo y sus partes. Esa es la base y fundamento en el cual se basa el concepto
de sistema-mundo. Y es que cada vez los problemas que se tienen son más
complejos y difíciles de entender, de ahí que se requiera de nuevas
herramientas para ello. El análisis de estos sistemas permite entender mejor
qué sucede y planear aquello que puede suceder, o lo que se quiere que pase: el
mejor futuro dentro de las condiciones en las que se está.
Sin embargo, el
problema es que no todas las estructuras sistémicas se pueden estudiar, algunas
son visibles, pero hay otras no visibles y las hay invisibles y, lo que es
peor, en diferentes niveles que a su vez requieren diferentes niveles de
análisis. Detectarlas, lleva a la necesidad de tener información suficiente
como para jalar las hebras del entretejido complejo del sistema. Los niveles de
las estructuras son los siguientes: (1)
Nivel de los datos (donde está la información simple en tiempo y
espacio) (2) Nivel de traducción de
códigos, de símbolos (donde se debe hacer una lectura entre líneas) (3)
Nivel de significados profundos (que abarca los dos anteriores y
con mayor información la capacidad de ver más allá de donde ven los ojos).
Un buen ejemplo son
las “mega” campañas políticas de hoy día:
1. Deben tener una administración muy ágil: más horizontal, que
vertical y simplificar a solo tres, los niveles de la pirámide organizativa
(estructuras visibles).
2. Ello les permitirá tener un mayor control desde
la sede central, con pocas posibilidades de dispersión de aquello que les
interesa (estructuras no visibles).
3. La estructura piramidal en el tercer nivel (el
operativo), permite un control total mediante dos formas: (a) comunicación directa del mando más alto con el gerencial
regional medio y cortar la comunicación directa con el último nivel; (b) las pirámides de la base impiden la
comunicación directa entre los mandos, permiten filtrar la información y tener el
control total de la organización (tecnoestructuras invisibles).
Un reto del
pensamiento sistémico es construir un pensamiento libre y es -precisamente- lo
que plantea la “Prospectiva”, al proponer un futuro como espacio libre, sin
colonizar, sin arrastrar las cadenas del pasado, sin los avatares de un
presente que condiciona y paraliza. Distinto al candidato que muy ofuscado
aseguraba que sus asesores de sistemas le habían instalado un “lentium” y no un
Pentium…
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