“El secreto
mejor guardado
es el nunca
revelado. Proverbio
Una cualidad que todo asesor,
estratega o consultor político debe poseer (y conservar a toda prueba) es la discreción, caracterizada por la moderación, prudencia y sensatez… y mejor
si está acompañada de una sana mesura en sus declaraciones. Sin embargo, lo que
se observa actualmente en el competido y competitivo mundo de la consultoría
política es todo lo contrario y ya como no les basta hacerlo individualmente, ahora
se reúnen, seguramente por aquello de quien con
pícaros se amaña… es de la misma calaña…
Y es que no es raro escuchar las frecuentes declaraciones que a diestra y siniestra ofrecen los
autodenominados grandes asesores y expertos consultores y se quedan los oyentes
con la idea de que sufren de graves incontinencias verbales o crudas diarreas
orales, pues al pontificar sobre lo divino y lo humano, predicen con certeza
innegable hasta de qué se va a morir el candidato, con una seguridad que
impacta hasta las voluntades mas escépticas. Hasta donde sabíamos, eran los
votantes -y no ellos- quienes determinaban con sus votos soberanos los
resultados de las elecciones, en donde los que ganan o pierden son -precisamente-
los candidatos con sus programas y equipos, pero NO ELLOS. Por eso, es
conveniente que quienes trabajamos dentro de los lineamientos de mesura ética -y
continencia oral- que pregona el Politing nos preguntemos si de verdad existen los Reyes
Midas de los procesos electorales o si ya descubrieron la panacea que
arreglar todo y son ellos los “únicos y reales” artífices de esas
inobjetables victorias… pero cuidado, pues con los enfermizos egos de esos
magos de la política, caramba ¡ni el mismísimo David Coperfiel! se atrevería a
dudar, menos a contradecir.
Y como si eso fuera poco, ahora esos
sabihondos, pedantes, fatuos y vanidosos seres divinos se reúnen con otros de
su misma calaña y conforman verdaderos aquelarres de elogios mutuos, donde
rimbombantemente se auto-nombran como los grandes ganadores de premios: “awars”
(en “english” suena más “nice”) realizan pseudo-congresos científicos disque de
muy alto turmequé, renombrados Simposium y reputados Foros, con el único
objetivo de así salir de anonimato y emperifollados recibir los galardones,
premios, condecoraciones y nombramientos que generosamente se otorgan entre
ellos mismos y -obviamente- todo financiado por una pléyade de áulicos,
seguidores y admiradores, lambiscones y lagartos, barberos y jalapatas, que
generosamente pagan lo que sea por asistir a esas “Cumbres Mundiales” y tomarse la foto en compañía de esos enfermizos
y enjutos exponentes del oráculo de Delfos… foto que los sacará del anonimato
al circularla entre las comunidades de incautos políticos o en las redes
sociales, con la ilusión de que un iluso candidato los contrate. Obviamente,
también creen que tienen el poder de veto para impedir que asistan aquellos que
no juzgan ni necesario -y menos conveniente- participar en esas farsas
pletóricas de francachelas y comilonas, pues quien con los perros se trata,
aprende pronto hasta a levantar la pata. Esos supuestos “Consultores
Políticos” deben siempre y reiteradamente decir con Neruda: “Me gustas cuando
callas porque estás como ausente….”
No hay comentarios:
Publicar un comentario