“No importa de qué color es el gato...
con tal de que cace ratones”. Deng Ziao
Ping.
Las Políticas
Públicas formuladas e implementadas en los últimos años en el sureste de
México (sin importar su nombre, origen o clasificación) han sido las responsables
de la enorme pobreza de esa región. Y es que las cifras hablan por si solas: es
en los Estados de Chiapas, Guerrero y Oaxaca, donde se concentra el doble de la
pobreza que existe en todo México (36 por ciento contra 17 por ciento
nacional), la mayor carencia de vivienda (con 42 por ciento) y también allí se
dan los niveles más altos de analfabetismo y de mortalidad infantil y más bajos
de esperanza de vida, de todo México.
Hay que aceptar, entonces, que ese lamentable y
penoso horizonte es el origen de la desconfianza de Marcos, acerca del entonces
Plan Puebla Panamá- PPP, que se
refleja cuando decía que “a los habitantes de esa región…le ofrecen un mundo
idílico, donde supuestamente no hay fronteras para comprar o vender, pero las
fronteras no solo permanecen sino que se van a multiplicar… además, todos los
indígenas que quedan en este lado tendrán que desaparecer porque no los
aceptará este modelo neoliberal, pues como no pagan, nadie va a invertir en
ellos…”. Esas son palabras aterradoras. Pero lo realmente aterrador es que esa
perspectiva puede ser mucho peor, si se deja que las cosas sigan como vienen o
no se renueva el pensamiento de los dirigentes y sobre todo, si no se altera la
forma de pensar, de actuar y de trabajar de las transnacionales que más
temprano que tarde llegarán allí y no precisamente a hacer lo que hacía la
Madre Teresa de Calcuta.
Si aceptamos que en los dos millones de
kilómetros cuadrados que cobija el Plan
Puebla Panamá Colombia: PPP-C y que integran Colombia, siete (7) países de
América Central (Belice, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Panamá) y los nueve (9) Estados
del Sur-Sureste de México (Campeche, Chiapas, Guerrero, Oaxaca, Puebla,
Quintana Roo, Tabasco, Veracruz y Yucatán), hay una población de 120 millones
de habitantes, de los cuales un terrible 40 por ciento son pobres, debemos
reconocer que esta región mesoamericana tiene -en su conjunto- la escandalosa
cifra de 50 millones de compatriotas nuestros, que viven con menos de $2
dólares por día y que forman parte de ese mercado mundial en pobreza extrema que
ya se eleva a 4 mil millones de personas.
Haciendo eco a la ineludible responsabilidad de
ofrecer alternativas de solución, se proponen dos alternativas viables y
prácticas -diferentes pero complementarias entre sí-para revertir ese penoso deterioro
social y mermar los peligros de la necesaria integración mesoamericana que
propone el Plan Puebla Panamá-Colombia:
PPP-C. Veamos cómo
La primera
propuesta para
paliar esta penosa realidad, es exigir a los actores privados que deseen
participar en el PPP-C, que hagan
sus negocios dentro de la filosofía y práctica que plantea la “Base de la Pirámide” (BOP en inglés ó BDP en castellano), que tiene que ver con involucrar al mercado de
compradores a todos los pobres del mundo. Este concepto, conocido como B2B4 (Business–to-Business-4-Million),
fue concebido por investigadores muy influyentes en los negocios, como el
profesor C.K. Prahalad.
Prahalad -a quien todo el mundo lo llama “CK” (pronunciado “si key”) es un
reconocido profesor de la Universidad de Michigan, que NO se puede confundir
-tal y como lo hizo una agraciada alumna- con el ilustrísimo diseñador de modas
Calvin Klein. El profesor Prahalad -académico de muy alto nivel- es
en la actualidad uno de los más aceptados y reconocidos “gurús” del management
y está considerado como el pensador revolucionario -en temas de mercadotecnia y de empresa- más
influyente del siglo XX.
CK, propone nuevas estrategias para hacer negocios con la “Base de la Pirámide-BDP”: esa
población que no tiene acceso a productos o servicios básicos. Es una real vía
de desarrollo y progreso en un mercado potencial para aquellas empresas que
estén dispuestas a cambiar el modelo empresarial con el que abordan los
mercados del primer mundo. Si reconocen el amplio abanico de oportunidades
que existen en los mercados constituidos por la población con menores recursos
-y con su poder de transformación- se pueden cambiar las perspectivas de los
desheredados para construir los cimientos de un desarrollo más justo y global. Y
es que muchas empresas miran aún a las comunidades de bajos ingresos como un
problema al que hay que soportar, ignorar, o a quienes se debe donar una
partida para tranquilizar la conciencia. La propuesta de Prahalad es mirarlos, escucharlos y comprenderlos como un mercado
en potencia, de interesantes ganancias, pero, sobre todo, como un grupo humano
que demanda acercamientos responsables, respetuosos y adecuados a sus
circunstancias y con la decisión de desarrollar -en colaboración y comunicación
con ellos- las herramientas y condiciones que les permita acceder a una justa
gama de oportunidades. Así, C.K, ha puesto
a los empresarios a pensar lateralmente, rompiendo sus esquemas mentales,
presentando nuevos conceptos como “competencia esencial” (Core competence)
y ya se ha introducido en el léxico empresarial con su best-seller «Competing
for the Future». C.K. Asegura que
todo debe ser debatible -aún su sugestiva obra- incluida en un abanico de
formatos desde libros y papers, hasta certeros artículos, aún en reconocidas
revistas en contra de la globalización.
La segunda
propuesta tiene
que ver con la creación y puesta en marcha de “La Cátedra PPP-C”, con dos fines precisos: explicar, difundir y
debatir (en un lenguaje llano, libre de tecnicismos y afectaciones académicas)
las grandes y reales bondades del PPP-C
y –paralelamente- concretar -en proyectos tangibles y puntuales- negocios
rentables con aquellos que están en la “Base
de la Pirámide”. Y nada mejor que “La
Cátedra”, con el fin de socializar ideas, conjuntar voluntades e involucrar
Instituciones de Educación Superior para que puedan mejor cumplir, sus tres
funciones básicas: educación de los habitantes de mesoamérica, investigación
de cada uno de los proyectos del PPP-C y
la extensión con la comunidad, difundiendo y concretando acciones en
torno a la propuesta de Coimbatore Krishnarao Prahalad. Ahora sí
entiendo por qué mi bella alumna prefirió confundirlo con Calvin Klein, antes que pronunciar su nombre de pila…
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