Aquí podrás encontrar mas información acerca de las áreas de mi interés, donde destacan las políticas públicas y el Politing

Carlos Salazar-Vargas
Todos los Derechos Reservados por la Ley.
Marca Registrada
www.carlosalazarvargas.org

martes, 21 de enero de 2014

ALLEGRO MA NON TROPPO...


"No pregunte qué puede hacer los Estados Unidos por usted,
Pregunte qué puede hacer usted por los Estados Unidos."
J.F.K

La Asociación de Exalumnos de la Universidad De Los Andes - anteriormente denominada AEXANDES- tuvo su primera sede en la calle 18 con carrera 3. Muy cerca de nuestra Alama Mater. Una casona antigua de recordado estilo colonial, albergaba salones, jardines, patio cubierto con marquesina en vidrio, pinturas de ahora afamados artistas y un restaurante. Era el sitio de reunión de los antiguos egresados. Esta -la primera sede- fue  adquirida por los fundadores. En el anexo No.1 se presentan los nombres de quienes crearon la desaparecida AEXANDES e hicieron posible la compra de esta casa.



Esta sede se Cerró  en    .Más aún, fue necesario venderla con el fin de cubrir acreencias adquiridas por la asociación y cancelar prestaciones laborales. En esta forma, se inició un largo y penoso peregrinaje de nuestra Asociación



La siguiente ubicación fue en la calle 81 abajo de la carrera 11. Tanto la decoración como la dotación de esta segunda sede en alquiler, era bien escaso y bastante sencillo, podríamos decir que se contaba con la infraestructura mínima necesaria para poder dictar diferentes cursos entre otros aquellos de preparación para presentar el examen del ICFES, requsito necesario para el ingreso a la universidad.



Era necesario entonces, buscar a toda costa la reactivación y surguimiento de la asociación. Para ello, se nombró una comisión encabezada por Diego Escobar Cocha con el fin de proponerle a Eduardo Aldana valdés -por esa época Director de Colciencias- que tomara las riendas de lo poco que quedaba de la Asociación.



Eduardo -atentamente- escuchó el planteamiento. Sin embargo -y en forma muy entendible- adujo razones de tiempo para no aceptar ese reto. Osó preguntar qué pensaban los demás colegas, más aún, si los demás exalumnos estarían de acuerdo en que él era la persona indicada. Como única lacónica respuesta Diego Escobar Concha le presentó varias hojas con más de      firmas de apoyo a su nombre. Así las cosas, le propuso a Diego que lo dejara pensar, a lo cual él le respondió que no había ningún problema, que él no tenía ningún afán y -como prueba de ello- permanecería sentado allí esperando la respuesta. Ante este bien pensado y "sutil acoso" el entonces Director de Colciencias, no tuvo más remedio que "otorgar el si", dejando de presente que contaba con la irrestricta colaboración de Diego y todos los demás interesados en esta quijotada.





Todas las personas de bien saben que ese fue el inicio de la campaña para la segunda presidencia de Eduardo Aldana Valdés. El encabezaba una plancha completa -tal y como era lo usual en esa época-, conformada, entre otros, por Diego Escobar Concha, Silvio Bahena, Jaime Enrique Varela.



El ya presidente Eduardo Aldana, consigue que Jorge Enrique Morales  (Uniandino y en esa época Director de Credencial) nos facilite una ubicación "por todo lo alto": en el segundo piso de un local de la carrera 15 con calle 94, ,

Es allí -en en la que algunos recuerdan como la "sede Credencial"- donde se inicia la resurrección de la Asociación. Renace entonces, con renovada mística, ferviente optimismo y la alentadora esperanza: se reanudan las reuniones, se reinician los eventos académicos tales como las tertulias entre otras las charlas del excandidato a la presidencia Luis Carlos Galán Sarmiento y otras ilustres personalidades de la vida nacional, se hicierosn presentes allí para compartir sus pensamientos, planteamientos y propuestas de solución frente a los egresados vinculados a la Asociación, siempre dispuestos a hacer presencia y contribuir con sus conocimientos y opiniones al desarrollo y progreso de nuestro país.





Sobre todo, fue allí , en la sede Credencial, donde se dio la oportunidad para mostrar y sacar a flote -nuevamente- el necesario y distintivo compromiso característica de los egresados de esa época que rodearon aquella Junta, ayudando, más que esperando, colaborando, más que recibiendo, dando de sí sin esperar retribución alguna, dejando de lado las individualidades y egoísmos, viendo -por el contrario- grandes oportunidades en la unión, basada en un claro interés: la singular oportunidad para compartir el colegaje, la amistad y  las buenas maneras, de tal forma que la compañía de los egresados fuera su única razón de ser.





Vino posteriormente la presidencia de Silvio Bahena....





Posteriormente, compiten -para la presidencia de Aexandes- Carlos Alberto Jaramillo y Diego Escobar Concha. Este último renuncia a la contienda poniendo de presente la importancia de la un unión antes que la victoria, ante las desobligantes amenazas que se vociferaron en la asamblea por parte de un grupo de inconformes, relacionadas con intención de demandar la elección.



Es en la presidencia de Carlos Alberto Jaramillo, cuando nos piden la oficina de la calle 94. Precisamente fue Diego Escobar quien prestó unas bodegas para almacenar los pocos muebles y los contados enseres propiedad de AEXANDES.





Posteriormente vino la presidencia de Alvaro Salgado Farías. En ella, se propuso la buena idea de la creación del "patronato de amigos de AEXANDES". La idea fue recibida con beneplácito y fue así como se dieron a la tarea de contactar a personas que querían su asociación por encima de rencillas y egoísmos personalistas con el único propósito de comprar sede para la itinerante, desposeída e ilíquida Asociación de Egresados.



Se realizaron varios desayunos en el Gun Club, a instancias de Carlos Angulo Galvis, Ahora Rector de la Universidad de los Andes y en esa época secretario del recién conformado patronato. La lista de tales quijotes puede verse en el anexo 2 de este artículo. Cada uno de ellos aportó la suma de un millón de pesos ($1.000.000,oo) sin contra prestación alguna.



Posteriemente vino la presidencia de Albetro Gutierrez. Mis recuerdos se remota a esa época cuando el suscrito había sido elegido como Revisor Fiscal de la Asociación. Con Alberto Gutiérrez -desde entonces- junto con Carlos  Manrique -su vicepresidente- y otros colegas, nos dimos a la nada fácil tarea (nada fácil si se tiene en cuenta que no contábamos con los recursos necesarios) de buscar sede propia y propicia para Uniandinos. 



Aquí se presentó una gran discusión acerca de si el patronato daba una donación o el dinero aportado por ellos había que devolverlo, pues el patronato estaba reclamando su plata. Debido a ello de si eradinero regalado o prestado se presentó cierta rivalidad entre estas dos instituciones: Aexandes y el Patronato.



En la segunda presidencia de Alberto Gutierrez, se optó por cambiar el  nombre de AEXANDES por el de  UNIANDINOS. La agencia de publicidad...



María Consuelo de Llinás, cariñosamente apodada "Cona", ocupó la dirección ejecutiva por espacio de     años de 1990  a 1995



Con este dinero, se adquirió la casa de la calle 67 con carrera 8, en donde se tenía un salo para la galería de arte, que desde esa época se denominó con el nombre que aún ahora se conserva de Espacio Alterno.



Con dineros provenientes de la venta de la "Casa de la 67", más un préstamo del Banco Ganadero, apoyado por "Chucho" Villamizar, -uniandino y Presidente del Banco por aquella época- se pudo comprar la sede actual, la bella casa de conservación nacional, ubicada en la calle 92 No. 16-11. Sin embargo, como los recursos obtenidos de estas dos fuentes no eran suficiente para cubrir el monto de la negociación ($ 450.000.00,00) con el Dr. Gallo -dueño de la casa , fue necesario recurrir a una figura ya ajemplarizada en el Patronato de Amigos de AEXANDES: que algunos Uniandinos de buena voluntad, firmaran pagarés de respaldo para la compra de la casa. Cada uno de ellos garantizo un millón de presos, monto que no fue necesario que ninguno de ellos cubriera. La lista de estos arriesgados visionarios a quienes UNIANDINOS está en deuda moral y en mora de hacerles un acto de agradecimiento en la siguiente:





En 1990 ocupó la presidencia de UNIANDINOS María Teresa Guerrero. Ex Decana de Bellas Artes de la Universidad. su vicepresidente fue el Ingeniero Industrial Fernando Rojas Maya -FIDO-. El economista Uniandino César Gaviria Trujillo, ocupaba la presidencia de la República. Como candidato y posteriormente como presidente estuvo en la sede de la Asociación ...



Con el lógico y fresco entusiasmo generado por la adquisición de la casa, desde esa época algunos comenzamos pensar la posibilidad de comprar una cualquiera de las adyacentes, o bien la  casa donde funcionaba el reconocido restaurante  Sandrix o aquella hacia el occidente por la calle 92. 



La primera donde funcionaba sandrix, era mas fácil teniendo en cuenta la buena acogida que tenia el restaurante y su buen servicio. Ese precisamente era nuestro sitio de reunión luego de presentar cualquier examen, quiz o  tarea; es decir, amparados en cualquier disculpa terminábamos allí, cerca al patio, los de siempre: Pascual Riccardi, Rodolfo Prieto y el suscrito, acompañados algunas veces por Fernando Schotzen, Efraín Fierro celebrando -si era del caso por pasr exitosamente los trabajos- o lamentándonos -las más de la veces por la pérdidas de los mismos, pero  simpre unidos-en las buenas y en las malas- en tono a unos inevitables "drinks" bien sea para festejar el éxito o pasar la pena. Cómo no recordar, por ejemplo, sus famosas alitas de pollo apanadas, las exquisitas y las e  





En fin, por ese mismo éxito,  las posibilidades de venta de Sandrixs eran mucho más bajas. Pensando en la prima -que era inevitable ofrecer- también se consideró la posibilidad de trasladar el restaurante de UNIANDINOS allí. Se logro hacer un convenio para almuerzos...  Es decir veíamos más probable la compara de la casa adjunta por la calle 92.



Esta casa del lado -o mejor el lote- se pensó en adquirir. Fue el la presidencia de María Teresa Guerrero.





Sin embargo, fue la casa de Sandrixs, el otro complemento natural de la casa de conservación, la que se pudo adquirir.





En un comienzo, las posibilidades se veían distante y realmente eran muy remotas. Se llegó a solicitar por la casa, la astronómica e irreal suma de un millón de dólares.  Sin embargo había un consenso en el ambiente de la Asociación, en el sentido de que "no se debía pagar el antojo", la casa se debería comprar por lo que vale, ni más ni menos. El objetivo no era que el vendedor saliera lesionado, pero tampoco nosotros los compradores debíamos salir perjudicados pagando un precio excesivo. Este es precisamente uno de los parámetros del mercadeo: que ninguna de las partes involucradas en el proceso salga perjudicada, que las partes queden satisfechas con la transacción y salgan resueltas a repetirla.



Sin embargo, un abogado compró el restaurante y el pleito que tenían los dueños del restaurante Sandrixs, con los dueños de la casa donde funcionaba dicho restaurante. El objetivo indudablemente, era aprovechar la oportunidad que se tenía con nosotros -los vecinos naturales- y lograr vendernos pleito para que pudiéramos hacernos a la casa, por un monto bien alto.



También fue claro el consenso en que no era conveniente comprar un pleito, máxime si este era bastante oneroso, aprovechando el hecho de que la única oportunidad para que la Asociación se ampliara era hacia el lado del restaurante ya que no podía hacerlo, construyendo hacia el lado del parqueadero. El hecho era que tampoco los dueños de la casa podían vender fácilmente, con un pleito de por medio. A primera vista el abogado tenía todo una gran oportunidad para hacer un muy buen negocio: bien sea a costa de los dueños de la casa, o bien a costa de lo unaindinos. Sin embargo, era claro, que de ninguna manera podíamos comprar por chantaje



Este panorama se complica si tenemos en cuenta dos hechos, ambos de gran incidencia para el futuro de nuestra Asociación:



§  1. No se contaba con licencia de funcionamiento

§  2. Existía una demanda de desalojo porque en ese sitio no podía funcionar una institución cono Uniandinos.





Era necesario, pues, contar con una asesoría profesional para lograr salir de este gran embrollo, que amenazaba en forma por demás peligrosa el futuro de UNIANDINOS.



Fue así como se contrató la firma de Marcela Sanjinez para obtener la licencia de funcionamiento, presentar alternativas para la utilización del lote adyacente (correspondiente al actual parqueadero) y concretar la posibilidad para realizar un proyecto de desarrollo en beneficio de la ciudad en general y de la comunidad del barrio el chicó en particular.





Teniendo en cuenta el famoso muro de las lamentaciones y al observar su frágil estabilidad y su peligro de desplomarse, fue indispensable solicitar una licencia para demoler dicho muro. Si se lograba contar con ella, habida cuenta del peligro que representaba, ya sin muro, automáticamente se establecía que este terreno no formaba parte de la casa de conservación y como consecuencia, podía ser intervenido mediante una construcción acorde con la casa.



Sin embargo, para logra obtener la licencia de demolición del muro, era primero menester, contar con la licencia para tumbar el árbol de cerezo Así, algunos aseveran que la historia de nuestra asociación se divide en dos períodos: antes del cerez6 y después del cerezo.



Mediante estudios técnicos se logró concretar la argumentación en forma clara y concisa: el árbol absorbía humedad, por consiguiente, afectaba el nivel freático del terreno, razón por la cual perjudicaba el "muro de la lamentaciones"...



Se elaboró el proyecto, con la respectiva maqueta (incluyendo una alternativa para adicionarle la casa de sandrixs). Dicho proyecto fue aprobado y por ende, fue posible tramitar la esperada licencia de construcción. Con ella se lograban las siguientes ventajas:



§  Al desarrollar alguna construcción en ese lote, para UNIANDINOS la casa de sandrixs pasaba a un segundo plano.



§  En el evento que se quisiera construir en el lote de la casa de sandrixs se reducía el área disponible, pues todo desarrollo que se realice adyacente a una casa de conservación, debe quedar a una distancia de por lo menos cinco metros de la casa.  En otras palabras, el precio también se reducía. 



§  Los seis pisos que aceptaba planeación en esa zona, se verían reducidos a cuatro, por el hecho de estar adyacente a una casa de conservación.



Adicionalmente, nosotros como vecinos no somos nada recomendables.



La recesión de la finca raíz,



La construcción de 300 parqueaderos subterráneos, por parte del Distrito Capital, proyecto que compromete el espacio comprendido por la carrera 14 entre la calle 90 y la 92. Allí se tendrá un área peatonal, sin embargo, fácilmente son dos años de demora en esta la construcción, durante los cuales la circulación será bastante restringida y las incomodidades muy altas.



Estos fueron sólo algunos de los argumentos utilizados para la negociación, los cuales -al fin y al cabo- resultaron valederos, pues de3 millón de dólares que pedían, el negocio se cerró en quinientos cuarenta millones de devaluados pesos.  






No hay comentarios:

Publicar un comentario