“La
mejor manera de salvar a la civilización del barbarismo,
se encontraba en la
aburrida ciencia de la administración”. Drucker
Y es que
este reto es doble: El “Politing: Más allá del marketing Político”
es multidisciplinario, por eso, los otros campos del saber deben estudiarlo, validarlo
y analizarlo. Pero, además, el “Politing” viene a cuestionar también,
los demás campos del saber, lo cual ofrece la gran oportunidad -y responsabilidad-
de debatir todas las otras disciplinas, dentro de ellas -concretamente- las “Ciencias de la Administración”.
Es la
polisemia de la palabra “POLÍTICA”, la que hace que los anglosajones distingan
tres diferentes aspectos, mientras que en todos aquellos idiomas que vienen del
latín (las lenguas romances como el francés, alemán, italiano, portugués,
rumano y obviamente el castellano) sólo exista un vocablo. De acuerdo con lo
anterior, el aspecto procesual que corresponde a la política como “proceso”
(politics),
es diferente al ámbito de la política como “resultado”, es decir, su
dimensión “material” (policy) y éstos -a su vez- son
distintos del aspecto “formal” que corresponde a la política como “estructura”
(polity).
Lo anterior exige -entre otras muchas cosas- que los análisis que se hagan desde
la “Administración” acerca de la “POLÍTICA”, tenga siempre que considerar cada uno de estas tres dimensiones
que son bien diferentes, aunque muy complementarias entre sí.
Si
concebimos la “Administración” -con
el fin de facilitar la comprensión, obviamente con el riesgo de acotarla y
reducirla- como aquella disciplina cuyas funciones forman las iniciales de la
palabra “P.O.D.E.R: Planeación,
Organización, Dirección, Evaluación y Reestructuración”, se abre con ello -y a
su vez se delimitan- tres (3) inmensos campos de estudio/investigación/acción,
que corresponden a los tres campos de la “POLÍTICA”. El primer
reto (Política como proceso)
plantea cómo las funciones “P.O.D.E.R”, se dan (se deben dar) en las campañas, actores,
procesos, medios y campos político/electorales. El segundo reto (Política como resultado) hace
referencia a la necesidad de estudiar las funciones “P.O.D.E.R” en las etapas de la “Política
Pública” (creación, formulación, evaluación, análisis y terminación). El tercer
reto (Política como estructura),
cuestiona cómo las funciones “P.O.D.E.R”, se presentan (y/o se deben presentar) en instituciones,
organismos, sindicatos, asociaciones, ciudades y demás estructuras político-electorales.
También
la “Administración” (obviamente
quienes la practican: los “Administradores”)
tienen el reto -y la obligación- de responder por la manera como se “Administra el Marketing Social” (que
cubre -entre otros- temas como “Marketing de ideas y aspectos Sociales”, “CSV:
Cambio Social Voluntario” -alternativa al cambio violento- “Administración del
Cambio”…) para alcanzar con ese “Marketing
Social”, la anhelada “Efectividad (Eficiencia
y Eficacia) como elemento importante -también- en y para cada uno de los
tres campos de la “POLÍTICA”. Por eso, algunos ya aseguran que el Politing
reta, cuestiona y debate la Administración,
con miras a incidir y convertir -desde México- a todos y cada uno de los “Administradores latinoamericanos”, en
una especie de “farmaceutas y alquimistas de almas”…
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