"Qué difícil intentar salir ilesos,
de esta magia en la que nos hayamos presos."
Joaquín Sabina
Los
distintos diagnósticos sobre muchas ciudades, plantean que la principal
dificultad que enfrentan para elevar la calidad de vida de sus habitantes, es
la baja competitividad, para lo cual se propusieron soluciones parciales entre
las cuales se destacaron el mejoramiento y especialización del recurso humano
por una parte y el manejo de políticas macroeconómicas basadas fundamentalmente
en el manejo de las variables monetarias: tasa de cambio, tasa de interés y de
la oferta monetaria; también se aplicaron medidas tendientes a la
flexibilización del salario, acompañadas de políticas comerciales en las que se
enfatizó en el manejo de los aranceles y otros impuestos para arancelarios.
Todas estas medidas son de corto plazo que influyen directamente sobre el
precio de los productos, estas medidas tienden a reducir los precios de los
productos nacionales en el exterior, no consultan para nada el ambiente
organizacional de las firmas ni la organización industrial de la economía
regional.
Además,
se acostumbra hacer énfasis en que la gestión de la ciudad está muy
condicionada por los importantes cambios que se están manifestando en su
entorno, relacionados, básicamente, con tendencias y condicionantes económicos,
sociales, demográficos, territoriales, ecológicos, culturales y políticos. Este
entorno en que todo cambia a gran velocidad, de forma compleja, imprevisible y
continua, creando un ambiente de incertidumbre e inestabilidad, un estado de
cierto desconcierto y confusión, generando la sensación de que se aumentan los
riesgos, las contradicciones, los retos y los desafíos y solo modelos
integradores como el Citymarketing, son propicios
También,
dado que la evolución en parámetros e indicadores de seguimiento y evaluación
relacionados con cambios significativos en las previsiones sobre población
urbana; la dinámica en la renovación urbana requerida por las ciudades; la
necesidad o conveniencia de ejecutar proyectos de impacto en materia de
transporte masivo, infraestructuras, expansión de servicios públicos o
proyectos de renovación urbana; así como la insuficiente reactivación de la
economía local y de las finanzas publicas, han generado impactos adversos sobre
la atracción de inversión y turismo a la región y concretamente a las ciudades,
no previstos en las bases establecidas para el desarrollo de las decisiones
contenidas en el Plan de Ordenamiento Territorial, en los Planes de Desarrollo
y/o Planes Sectoriales y en los planes del sector privado, es necesario desarrollar
estrategias de Citymarketing para posicionar la ciudad.
En
consecuencia, se plantea el Citymarketing como la única
estrategia fundamental para crear la imagen de una ciudad, sin importar el
tamaño, la condición o su historia. Al estar los productos y servicios
dirigidos a satisfacer a sus distintos públicos internos y externos, le permite
también, mas que “vender la ciudad” “mercadearla” utilizando instrumentos de
comunicación, publicidad y promoción, a partir, de la identificación de las
necesidades a satisfacer de acuerdo con ciudadanos, inversores, turistas,
visitantes, etc., quienes se deben plantear como objetivo, el difundir un
modelo de ciudad deseado.
El
Plan integral de Citymarketing constituye, entonces, una experiencia de
aplicación universal a cualquier ciudad y debe ser considerada como una
herramienta de gestión habitual en la empresa privada y ONG`S catalogada dentro
del marketing de ciudades.
Adicionalmente,
como la actividad de todo gobernante electo, se desarrolla en un territorio o
área geográfica específica y concreta, es muy deseable que desde el mismo
inicio de su gestión, este tema del Citymarketing esté presente y
aparezca en un puesto destacado en su agenda de gobierno.
Y
para ser consecuente con lo anterior, lo más indicado es que el tema de Citymarketing
forme parte de las propuestas que realizó como candidato dentro de la
correspondiente plataforma política o programa de gobierno, lo cual -además de
servirle para captar votos- ofrece la posibilidad de llegar a ejercer el
gobierno con estos temas ya decantados y validados en forma de
intencionalidades de Políticas Públicas, para que sean previamente conocidas,
aprobadas y legitimadas por la ciudadanía, al menos, por aquella mayoría de
electores que votaron por él y lo llevaron al victoria.
Además,
como medio de conservar su capital electoral y multiplicar el potencial
político para el futuro, el Citymarketing es una buena
alternativa para los ex gobernantes. Y es que los resultados positivos, un
posicionamiento distintivo y un buen mercadeo de la ciudad, trae buenos
dividendos políticos, años después de su gestión y comerciantes e industriales
agradecidos no olvidan a quien con el Citymarketing los ayudo a su labor.
De
acuerdo con lo presentado, el Citymarketing es una gran idea, fuente
real de grandes resultados. Distinto al candidato que le aseguraba a su hijo
que la felicidad estaba hecha de pequeñas cosas: un pequeño yate, una pequeña mansión
y una pequeña fortuna
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