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Carlos Salazar-Vargas
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martes, 21 de enero de 2014

INSTITUTO DE ESTUDIOS SUPERIORES EN DIRECCIÓN DE EMPRESA: Las 22 leyes inmutables del marketing.


“Conocimientos puede tenerlos cualquiera, 
pero el arte de pensar es el regalo
más escaso de la naturaleza.” Federico II el Grande (1712-1786). Emperador prusiano

Al Reis y Jack Trout nos presentan a través de ejemplos de la vida real, las maneras como las empresas han violado o han aplicado las leyes del marketing, así como sus correspondientes resultados. Estas leyes no son difíciles de comprender, en realidad resultan ser muy lógicas y de alguna manera derivan directamente de tratar de pensar como un consumidor. La esencia de cada una, resulta de comprender un principio básico de la mercadotecnia: El marketing no es una lucha de productos, sino de percepciones. A partir de lo anterior, se pueden obtener muchas conclusiones y además, en la medida en que esto se entienda y se aplique a los productos y campañas publicitarias, mejores resultados se van a obtener. En pocas palabras, no se convence al consumidor de que compre un producto por ser el mejor, sino que tenga una percepción y un posicionamiento en su mente y así, de alguna manera, adueñarse de un lugar precisamente allí: en su mente.



            A continuación, se presenta una pequeña explicación de cada una de estas 22 leyes.

 

1.         La ley del liderazgo: “Es mejor ser el primero que ser el mejor”. Muchas campañas publicitarias se enfocan directamente a tratar de convencer a los clientes de que el suyo es el mejor producto, sin embargo, olvidan que en el mismo momento cuando surge un nuevo producto, inmediatamente, ocupa un lugar en la mente del consumidor, de donde es difícil desplazarlo.



2.         Ley de la categoría: “Si no puede ser el primero en una categoría, entonces genere una donde pueda serlo”. A través de esta ley se puede aprovechar el hecho de que los productos nuevos tienden a dividirse en categorías a través del tiempo. Con ello, existe la posibilidad de adueñarse de una categoría, con la cual, la gente identifique ese producto.



3.         Ley de la mente: “Es mejor ser el primero en la mente del consumidor que el primero en el punto de venta”. Explica que por el hecho de invadir el mercado con un producto, automáticamente se está ya posicionado en la mente. Para lograr el deseado posicionamiento es importante la publicidad para el producto con el fin de poder entrar a la mente del consumidor.



4.         Ley de la percepción: “El marketing no es una batalla de productos, es una batalla de percepciones”. Este es el concepto fundador de la mercadotecnia. En la medida en que se enfoquen los esfuerzos a cambiar las percepciones de los potenciales clientes hacia un producto específico, sólo entonces, se tendrán los éxitos que se esperan. De cuerdo con lo anterior, un experto es aquel que puede definir, entender y manipular las percepciones de los clientes. Sin embargo, como es difícil cambiar las percepciones de las personas, por ello, es importante el adueñarse -de alguna manera- de una posición en la mente de los clientes. Así, una vez que se tenga en el cliente una percepción definida, se podrá trabajar sobre ella. Finalmente, también hay que considerar que la mayoría de las veces las percepciones de los clientes se forman con percepciones de segunda mano, es decir, se toman como verdades absolutas, aquellas que muchas personas conocen. A lo anterior se le conoce como el principio de “todo el mundo lo sabe”.



5.         Ley de la concentración: “El concepto más poderoso en marketing es apropiarse de una palabra en la mente de los prospectos”. Las compañías que posean en los consumidores una palabra o idea con la cuál ellos lo identifiquen, lograrán un efecto increíble. Es precisamente sobre ese concepto sobre el cual la empresa debe trabajar para afianzar esa posición en la mente del consumidor. L o que no funciona, es dejar por un lado la palabra con la que se identifica la empresa y por el otro lado, a la empresa, pues se fracasará en el intento. El éxito, en gran medida, está basado en saber cuánto y qué nivel de concentración se puede lograr en un producto o servicio. En otras palabras, si se quiere ser todo, al final no será ni será significante nada para nadie.



6.         Ley de la exclusividad: “Dos empresas no pueden poseer la misma palabra en la mente de los clientes” Esta ley ejemplifica de manera muy clara, cómo ya una vez que una empresa o marca se ha adueñado de una palabra y de una categoría en la mente del consumidor, es muy difícil cambiarla por otra. Es por ello que ya una vez que se cuenta con un posicionamiento en la mente del consumidor, no es recomendable tratar de cambiarlo. Como consecuencia directa de esta ley está el hecho de que se debe enfocar a un tipo de mercado muy específico (determinado por el tipo de persona en la cuál poseemos una palabra en su mente) si se quiere que la estrategia de marketing de los resultados esperados.



7.         Ley de la escalera: “La estrategia que se debe usar, depende del escalón que ocupe en la escalera”. Cuando se está diseñando una estrategia de marketing, conviene analizar e identificar el lugar que ésta ocupa en la escalera de los productos. Una vez identificado, se debe aceptar de manera realista ese lugar y diseñar una estrategia que lo relacione con el producto líder, sin intentar sacarlo de su lugar, a un peldaño más alto. De esta manera, se saca provecho de los logros y posicionamiento del líder. Adicionalmente, es necesario aprender la manera como funciona la escalera, ya que aquellos productos que se adquieren de manera esporádica cuentan con menos escalones que aquellos que son de consumo diario. Además, es necesario reconocer, que es mucho mejor estar en un tercer lugar en una escalera larga, que el tercer lugar en una escalera corta.



8.         Ley de la dualidad: “A la larga, cada mercado se convierte en una carrera de dos participantes”. Cuando una nueva categoría aparece en el mercado, generalmente aparecen muchos peldaños, pero con el paso del tiempo esta escalera se vuelve una carrera entre dos marcas. Lo anterior se debe a que conforme el mercado de cierta categoría va madurando, cada uno de los competidores va tomando cierta participación en él. Es por ello que en un mercado ya maduro de dos competidores una tercera posición es muy difícil. La moraleja es que una vez que se tenga cautiva una participación del mercado, no hay que soltarla por ningún motivo, pues de lo contrario, se ubicaría el tercer peldaño, con lo cual se estaría próximo a una posible muerte. (Ley de la concentración)



9.         Ley de lo opuesto: “Si opta por el segundo puesto, su estrategia está determinada por el líder”. En el mundo existirán personas que consuman los productos del líder y los que no. En estos últimos es donde estará un posible mercado potencial. En el caso de Coca Cola, se estableció que se enfocaría a un tipo de personas y su competidor Pepsi a otro. Es por lo anterior que la estrategia estará siempre determinada por el líder, es decir, el segundo será la alternativa al líder. Cuando se ocupa la segunda posición, no se puede dar el lujo de ser tímido, debe arremeter contra el líder abriendo la alternativa para otros consumidores.



10.       Ley de la división: “Con el tiempo, una categoría se dividirá para convertirse en dos o más categorías”. Conforme pasa el tiempo los distintos productos se dividirán en más categorías y en cada subcategoría existirá un líder. Es por ello que en conjunto con la ley de la concentración y siguiendo la tendencia de la división, se debe luchar por apoderarse de una categoría, para tratar de ser el líder en ella o por lo menos -respetando la ley de la dualidad- reconocer el lugar que ocupamos en la escalera y definir a partir de ahí, una nueva estrategia.



11.       Ley de la perspectiva: “Los efectos del marketing son a largo plazo”. Todas las acciones y estrategias que se emprendan hoy, tendrán ciertos efectos en el corto plazo, tal vez benéficos, aparentemente; sin embargo, los efectos reales, más duraderos y permanentes, están en el largo plazo. Es por ello importante, no perder de vista las otras leyes de la mercadotecnia, porque en el momento en que el director se de cuenta estas leyes, ya han comenzado a actuar por sí solas y dependiendo solo de la previsión, darán los resultados favorables o contrarios a los que se esperaba, pero siempre en el largo plazo.  

  

12.       Ley de la extensión de línea: “Existe una presión irresistible para extender el valor de la marca”. Un fenómeno muy singular en la mercadotecnia es que una empresa que está concentrada en un producto y en un mercado rentable, decide ampliar la gama de productos: en ese momento comienza a perder dinero.  Al preguntarse: ¿Qué fue lo que pasó? Se dará cuenta de que una vez que los consumidores los identifica como líderes en cierto producto, no se debe entrar en su mente, como los creadores de otro producto, pues se pierde concentración. El que trate de ser todo para todos, al final terminará siendo nada para nadie. A pesar de que la extensión de línea ha demostrado en repetidas ocasiones que trae resultados negativos, es la ley que más se viola en el mundo corporativo actualmente.



13.       Ley del sacrificio: “Tiene que renunciar a algo para conseguir algo” Esta es la ley inversa a la extensión de línea. Para obtener algo se debe estar dispuestos a renunciar al menos, a tres cosas primordiales: a la línea de productos, al mercado meta y al cambio constante de posicionamiento. En cuanto a la línea de productos, se debe recordar que el hecho de tener más cosas para vender, no significa que se venda más. Respecto al mercado meta, se debe renunciar a parte del mercado con el objetivo de concentrarnos en un tipo muy específico de consumidores (nicho). Finalmente, tomando en cuenta que la mercadotecnia es la constante lucha por el posicionamiento, una vez que se tiene, se debe evitar el cambiar constantemente ya que esto confundirá al consumidor y terminará siendo nada para nadie.



14.       Ley de los atributos: “Por cada atributo, hay otro contrario igual de efectivo”. Cuando ya una marca se ha apropiado del atributo más importante en cierto producto, se debe buscar otro atributo que identifique a ese producto (tal vez de menor importancia) y aceptar un segundo lugar en la competencia. Sin embargo, es posible adueñarse de ese segundo atributo, hacer que tome mayor importancia y así subir en el escalón de la competencia. Es por ello que por cada atributo, hay otro contrario igual de efectivo, es precisamente este atributo contrario el que se debe buscar como alternativa.



15.       Ley de la sinceridad: “Cuando admita algo negativo, el prospecto le reconocerá algo positivo”. En primer lugar se debe recordar que la sinceridad desarma al prospecto. Ya  que las afirmaciones negativas acerca de un producto no requieren de comprobación, se aceptan como verdades, mientras que una proposición positiva puede causar desconfianza. El objetivo será reconocer algún aspecto negativo en nuestro producto, no con el afán de ofrecer disculpas al consumidor, sino convertir ese aspecto negativo en uno positivo. Esta ley se debe utilizar con precaución, porque se debe hacer que se perciba por un instante de manera general el aspecto negativo e inmediatamente después transformarlo en uno positivo.



16.       Ley de la singularidad: “En cada situación, sólo una jugada producirá resultados sustanciales”. En el marketing la estrategia a seguir no es la de sumar pequeños esfuerzos, lo que funciona es una sola estrategia en la que se aplique toda la fuerza, pero que sobretodo sea algo inesperado. Cuando se usan varias estrategias de marketing, una de ellas es un paso adelante, mientras que las otras serán un paso para atrás.



17.       Ley de lo impredecible: “Salvo que usted escriba los planes de sus competidores, no podrá predecir el futuro”. Será inútil que toda la planificación de marketing sea un plan a futuro, más bien es una orientación hacia el futuro. Esta orientación al futuro estará basada en las tendencias, aunque es peligroso basar muchas conclusiones precipitadas con respecto al camino que seguirán las tendencias. Recordemos que siempre sucede lo imprevisto y que la mejor manera de enfrentar lo impredecible del futuro, es echar mano de las tendencias pero siempre con prudencia. Finalmente podemos concluir que si nadie puede predecir el futuro con ningún grado de certeza, ¿por qué lo deberían de hacer los planes de marketing?



18.       Ley del éxito: “El éxito suele llevar a la arrogancia, y la arrogancia al fracaso”. Muchas veces el ego dentro de las empresas es lo que las lleva a tomar la fatídica decisión como la extensión de línea, ya que piensan que una marca exitosa, llevara y contagiará su éxito a un nuevo producto en la línea de producción. Por otra parte, hay que alejarse del ego de pensar que es posible hacerlo todo. Es necesario investigar constantemente en el terreno real del mercado y saber de manera directa qué es lo que requiere, qué necesita y sobretodo, identificar las tendencias para conocer a qué dedicarse. Es importante recordar lo que dijo Gorbachev: “Es mejor ver bien una vez, que escuchar cien veces”. No debemos permitir que el éxito sea precisamente lo que nos arrastre al fracaso.


19.       Ley del fracaso: “El fracaso es parte de nuestra vida y como tal debemos aceptarlo”. Cuando se detecte un problema en una estrategia, se debe identificarlo, admitirlo y corregirlo, de manera que no afecte mucho más, más tarde. Varias compañías se han aferrado a estrategias erróneas y han perdido mucho más de lo que esperaban ganar.



20.       Ley de la nota sensacionalista: “Muchas veces la situación es lo contrario de lo que aparece en la prensa”. Si una empresa tiene que recurrir a sacar notas sensacionalistas en la prensa, es porque en realidad tiene problemas. Los verdaderos indicios del futuro están en las pequeñas e insignificantes historias de los diarios. Las revoluciones reales llegan sin previo aviso y por la noche.



21.       Ley de la aceleración: “Los programas que triunfan no se construyen sobre caprichos sino sobre tendencias”. Cuando observamos que cierto producto está cayendo en la tendencia de un capricho la mejor decisión que podemos tomar es la de frenarlo, ya que los caprichos y las modas generan tal vez ganancias en el corto plazo, pero no permiten que se desarrolle algo estable en la empresa, y finalmente suelen arrastrar a las empresas a un shock financiero. Esta es la naturaleza de los caprichos, en un principio los productos provocan revuelo, pero después de un tiempo inundan de tal manera el mercado que después nadie los quiere. Una manera de mantener la demanda en el largo plazo es no satisfacer jamás la demanda del todo.



22.       Ley de los recursos: “Sin los fondos adecuados, una idea no despegará del suelo”. Recuerde que una idea sin dinero no vale nada. El motor del marketing es el dinero. Se requiere dinero para entrar en la mente del consumidor y dinero para mantenerse en ella.



Conclusión

      Después de analizar los conceptos expuestos por los autores, se pueden rescatar los principios más importantes que hacen la diferencia entre los grandes triunfadores y los perdedores. Estos principios son los siguientes:

         Capturar una categoría, adueñarse de ella, jamás soltar ese lugar y posicionarse en la mente del consumidor, concentrarse en un mercado específico y no tratar de ser todo para todos.

         No perder de vista a nuestra competencia, identificar y aceptar nuestro lugar en la escalera, convertir las debilidades de nuestra competencia en nuestras fortalezas para ser la alternativa ofreciendo otros atributos y adueñándose de ellos.

        Reconocer que para obtener algo, se tiene forzosamente que rechazar algo más, además saber sacar provecho de los aspectos negativos que se perciben en nuestro producto y así obtener una compensación positiva del prospecto.

         No perder de vista que los efectos del marketing está en el largo plazo y que están compuestos de agresivas e impredecibles acciones. Por otra parte se debe tener en mente que los éxitos está construidos sobre tendencias y no sobre caprichos y que estas tendencias se descubren en las pequeñas historias insignificantes, que aparecen por sorpresa.

         Finalmente hay que recordar que una vez se tenga el éxito en las manos, hay que luchar contra el ego de saberlo todo y sobretodo, nunca olvidar que las empresas están siempre en función del mercado y precisamente de él saldrán las ideas más importantes. Y que si el fracaso llega a nuestra puerta debemos identificarlo, aceptarlo y corregirlo de inmediato.





PASADOS LOS AÑOS, ¿SEGUIRÁN VIGENTES ESTAS 22 LEYES “INMUTABLES”?



Cada uno de ustedes, tiene la palabra …oigámosla….


Ries Al, Trout Jack. Las 22 Leyes Inmutables del Marketing. Primera edición. Mc Graw Hill Interamericana. México D.F. 1993  

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