¿Venecia? Una ciudad hecha por los castores.
Ralph W. Emerson
El “CityMarketing” es un campo de
estudio y acción con teorías propias y particulares prácticas que todos deben conocer,
aun aquellos que no se relacionen con el Politing, porque es importante que
todo ciudadano entienda las diferentes formas como puede mejorar su ciudad y tener
una mejor calidad de vida, donde se desarrolla su propia vida.
Obviamente, el “CityMarketing” tiene con mucho más que ver con anunciar o publicitar
una ciudad (ver: “La Publicidad en Politing:
Ni lo último, ni lo primero”), va mucho más
allá que simplemente promocionarla y no tiene nada que ver con “vender” ciudades
(ver: “El Marketing Social” y la “Venta” en el Politing: Cada vez más
divorciados”). Tiene relación con la diferenciación (ver: “La Diferenciación en
Politing: Nos diferenciamos o nos fregamos”), posicionarlas (ver:
“El Posicionamiento en Politing: Es todo, ¿o, casi todo?”). Guarda
además, unión directa con la formulación e implementación (ver: “Formular e Implementar
en Politing:
Para cerrar la brecha”) y con hacer Políticas Públicas Ciudadanas (ver: “El
concepto de Política Pública dentro del Politing: debe quedar bien claro”),
utilizando para ello el direccionamiento estratégico (ver: “Direccionamiento en
Politing:
engloba los otros concepto estratégicos”). Este corto recorrido es sólo
una muestra de profundo bagaje académico y amplia cobertura.
El “CityMarketing”, tiene también especificidades
que le imprimen un particular tratamiento. Una, es que su campo de estudio y práctica
está conformado por dos partes: la tangible (la ciudad física, como tal)
y otra intangible (los servicios, que frecuentemente son más importantes
que la primera). Esta distinción da lugar al marketing de servicios, con características
distintas -y muy particulares- al marketing de bienes tangibles ya que las
diferencias entre ellos son al menos cuatro: (1) Intangibilidad, (2) Inseparabilidad,
(3) Heterogeneidad y (4) su carácter perecedero, cada una analizadas en otro
documento (ver: “Bienes o Servicios en CityMarketing: Su tratamiento es
bien diferente”). De ahí que estudiar y “producir” servicios, sea radicalmente diferente
a hacerlo con bienes, hasta el punto de que ya existe una teoría sobre la “serbuccion” o producción de servicios.
Como se ha visto en artículos anteriores (ver:
“En el Marketing Social hay mucha tela de donde cortar”), el “CityMarketing” pertenece a una de las
categorías del Marketing Social y como tal, colinda con las otras 19 clases
diferentes de marketing, ubicadas en terrenos sociales. Tiene que ver,
entonces, con el “Marketing Público”, si la que lo realiza es una Institución con
esa característica; esta relacionado con el “Cambio Social Voluntario” (CSV) que
se puede alcanzar -en forma efectiva- con estrategias de marketing, logrando que
los habitantes de una determinada ciudad la sientan como propia y la cuiden
como verdaderos dolientes de su territorio. Participa además, del “Green Marketing”,
del “Marketing Ecológico” y del “Marketing Medioambiental”, temas que a todos nos
compete. También se relaciona con el “Marketing de Políticas Públicas”, porque todo
gobernante debe estar más que comprometido (como la gallina con el huevo) muy involucrado
(como el cerdo con el jamón) con los cursos de acción política que permitan mercadear
su ciudad, enmarcadas en políticas públicas de “CityMarketing”.
Además, la relación del “CityMarketing” con el Politing
es estrecha, pues todo proceso político-electoral se desarrolla en un espacio
físico concreto (país, ciudad, región, estado, departamento, provincia, municipio…)
donde los ciudadanos-electores viven su vida. Consecuentemente, todo candidato
debería proponer acciones concretas para que el “City Marketing” sea una importante
realidad, ya que es con él como se forma
y concreta la sabia filosofía de “pensar global y actuar local” canalizando los
sentimientos regionales, propios de estos tiempos. El hecho, entonces, de ofrecer
alternativas como el “City Marketing”, permite concretar el
interés ciudadano y convertirlo en consenso ciudadano. De ahí que ahora es una propuesta
de todo buen programa político.
Por eso, no se puede llegar al campo del “CityMarketing”
por simple aburrimiento o modorra de donde se labora, tampoco como refugio al
no poder surgir en otros campos, ni por tedio intelectual o experiencias
traumáticas con otros temas o disciplinas y menos, por simple oportunismo. Y es
que trabajar en “CityMarketing” dista mucho de “soplar y hacer botellas”, pues tiene
todo el bagaje intelectual del Marketing, las peculiaridades que implica
trabajarlo desde el ámbito de lo Social y de la gerencia de ciudades marca.
De no hacerlo así -limitándose a mostrar y
comunicar en video los sitios bonitos de una ciudad y ocultar los feos- puede
ser tan peligroso como el caso del candidato que después de ver una fotografía de
la bella Venecia, vociferaba alarmado que estaba entristecido al verla damnificada
por graves inundaciones.
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