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Carlos Salazar-Vargas
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jueves, 16 de enero de 2014

Siguiendo a “CK”, el talento, en el Politing: Puede ser todo un capital


Todo consejo de un asesor de Politing
debe siempre consumirse
entre dos gruesas rebanadas de duda”. CSV

A propósito de los reiterados y muchas veces ilusorios Planes Decenales de Educación en América Latina, en los que se plasman las propuestas y los objetivos para educación, ciencia, tecnología e innovación, es muy conveniente pensar en iniciativas innovadoras, aunque algunas ya estén involucradas en algunos de los mencionados Planes.

Se puede empezar recordando a Coimbatore Krishnarao Prahalad (“CK”, para sus amigos) quien en su libro “La oportunidad de negocios en la base de la pirámide”, hace referencia a empresas que por todo el mundo se han encargado de darles a los más humildes y necesitados, esas oportunidades que los ricos han disfrutado de tiempo atrás.

En otras palabras, negocios que derivados de sus propias economías de escala o de su modelo particular de negocio, son capaces de atender a muy bajo costo y por ende a atraer como clientes a los más pobres de todos. De allí han surgido operaciones de cataratas por 30 dólares, automóviles a 2 mil dólares, computadores a 50 dólares, etc.

El profesor CK, repite que “lo que se necesita es cambiar la manera de pensar y todas las soluciones llegan. Siempre hay oportunidades, sólo tenemos que abrir los ojos”.

Todos los Planes Decenales tienen objetivos muy similares o bastantes parecidos con los de alcanzar educación gratuita, de calidad y pertinente para todos los niveles educativos (preescolar, básica, media y superior). A primera vista la cobertura en los tres primeros niveles no está lejos de lograrse, sin embargo, en educación superior la tarea parece muy costosa e inalcanzable. De hecho, avances en la construcción de colegios como los de Bogotá, son ejemplo de instrumentos para lograrlo en educación básica.

Es muy probable que incluso en el nivel superior de educación, la meta del Plan ni siquiera se logre, pero de igual forma es probable que seamos capaces de diseñar modelos novedosos y uno de ellos es empezar a pensar en función de lo que podría llamarse el “Capital Talento”. Así como es de importante identificar y valorar las viviendas de los más pobres como capital susceptible de entrar al sistema productivo o así como es necesario identificar el capital social de una zona en términos de la generación de confianza y solidaridad, así mismo vale trabajar por el “Capital Talento”.

Este capital no es otra cosa que el talento potencial de muchas personas de los estratos más bajos, que siguiendo las reglas de la economía podría perfectamente desarrollarse y convertirse en fuente de autoempleo o en potencial generador de ingresos una vez el talento se convierta en formación y preparación para el mundo laboral.

Siguiendo las sabias enseñanzas del profesor CK Prahalad, vale la pena ahora proponer qué los fondos de inversión se tomaran la molestia de identificar, seleccionar y proceder a invertir en esos singulares -y sin duda alguna, varios y variados- talentos de los estratos mas bajos de la población, para formarlos en educación superior pertinente con la filosofía que propone de la base de la pirámide y posteriormente reciban -como retribución de este estupendo negocio- parte de los ingresos esperados para dichos talentos convertidos en profesionales. Los beneficios son también múltiples, variados y variables, pero sobre todo esta el placer anticiparle la dicha de muchos jóvenes capaces, que ven frutadas sus esperanza por falta de recursos,
Y es que los candidato que proponga esta clase de inversiones y la financiación de esta clase de proyectos como parte de su programa político indudablemente, contará con el apoyo (representado en votos) de los agradecidos padres, orgullosos  abuelos, esperanzados familiares, leales amigos sus reconocidas familias y los parientes amigos y los queridos relacionados de tantos sabios, genios y superdotados jóvenes…eso es ser realmente un buen político al convertir en realidad las posibilidades para ayudar a esos copartidarios que todos conocemos y elogiamos, pero que ven frustradas sus esperanzas por esa odiosa y peligros concentración de la riqueza, esa de las oportunidades del capital y esa división social que asfixia a los países de América Latina, sin excepción.

Definitivamente, el pensamiento y los planteamientos del profesor CK Prahalad, dan para mucho siempre y cuando no se confunda con el nunca bien ponderado diseñador de modas “Calvin Klein”, tan grave como la respuesta del paciente cuando en consulta, el candidato (un respetado medico) le pregunté ¿qué tenía?... Él, muy nervioso- le respondió: “yo tengo tres casas, una finca y dos autos”, a lo cual el candidato-medico le aclaró que lo que le preguntaba era ¿qué le dolía? Y él muy seguro respondió: “Lo que me duele, es tener que vender todo eso, para pagarle”.


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